Así comienza el lema de la OMS para recordar este 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco 2018, enfocado en la relación entre el tabaco y las cardiopatías y otras enfermedades cardiovasculares, que conjuntamente, son las principales causas de muerte en el mundo, así como a la toma de conciencia de gobiernos y públicos para adoptar medidas que puedan reducir los riesgos para la salud causados por el consumo de tabaco.
Seguramente hemos visto esas personas que miran hacia la puerta, en horas laborales o en una fiesta, en busca del único espacio disponible ahora para fumar: la calle. Quizá miramos con desdén o con lástima su desesperación. Quizá le decimos, como si no supieran, que el tabaco es dañino y de paso les recordamos que piensen en sus seres queridos. Ya enfilados, hasta le recomendamos tal institución donde el amigo de un amigo superó la adicción y ganó años de vida.
La OMS estima que cada seis segundos muere una persona en el mundo como consecuencia del tabaquismo y que es la segunda causa de muerte a nivel mundial solo precedida por la hipertensión arterial, enfermedad prevenible. Lo cierto es que el tabaco es el único producto legal capaz de matar hasta la mitad de sus consumidores en una etapa aún temprana de la vida.
En 1993 murió una de las figuras del rock más controvertidas, el músico Frank Zappa, quien en numerosas ocasiones dijo “el tabaco es mi vegetal favorito”. El cáncer de próstata fue rápido, apenas poco más de dos años después de haber sido detectado. Sabemos que fumar está asociado a éste y otros tipos de cáncer. Zappa es más que una ausencia en la música y en los corazones de sus fans por todas las lecciones y placeres que nos brindó. Como él, el deceso de otras personas a causa del tabaquismo nos han roto el corazón.
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